Hoy entré en tu habitación y creí intuir una sonrisa, creí que mirabas y en un segundo tomaste mi mano, pero no fue así… sólo oí tu tímida respiración mezclándose con el sabor del aire, que hasta ese momento era nostálgico y suave, trágico y tranquilo. Mis primeros pasos fueron temblorosos…hasta ese momento no entendía porque estaba en tu habitación, sólo sé que llegué por instinto, como esperando el instante, presintiendo un desenlace el cual no quería entender… lentamente caminé hasta tu lado me senté y mire las caras de los demás espectadores, nada indicaba que hubiera algo fuera de lo normal, dirigí mis quebradizos ojos hacia tus pies, tus piernas, tus caderas, tu pecho, tu cuello, tu boca… tus ojos, esperando que me miraras.
Resignado al destino, procuré que las armonías del silencio fueran las adecuadas para tu bienestar. El cansancio me estaba venciendo, decidí acostarme a tu lado para sentir tu olor, necesitaba sentirte cerca, esta vez más cerca que nunca. Cuidadosamente me estiré al lado de tu inválido cuerpo teniendo cuidado de no despertar tu eterno sueño, tomé tu mano y una espina atravesó mi pecho… estaba fría, sin vida, sin fuerza. Apreté fuerte para encontrar alguna reacción en ti, por momentos creí que explotaría en llanto, acaricié cada parte de tu cuerpo inerte, solo percibía tu lenta y forzada respiración… intenté desesperadamente no perderla, puse mi mano en tu corazón para alimentarte de mis vagas esperanzas, y vi como a cada segundo te perdía…
Me rendí, dejé de tocar tu corazón, porque era demasiado dolor para mí, sentir cada aliento como un disparo en mi alma. Me senté nuevamente, esta vez con la sangre colmada de pena, contemplé cada poro de tu rostro, buscando alguna señal y fue en sólo un abrir y cerrar de ojos…distraje mi mirar hacia el resto de la habitación, escuché a lo lejos esa canción que nos pertenecía como previniéndome acerca de lo que sucedería… “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar…”, rápidamente fijé nuevamente mis ojos hacia ti, esta vez no me enfoqué en alguna parte en especial, sólo una imagen completa de ti… vi que respiraste, casi imperceptiblemente tomaste algo de aire, mi alma respiró junto contigo y mis pensamiento nuevamente se centraron en ti… sí, respiré con tu aliento, creí que todo seguiría igual… en ningún momento pensé que no volverías a respirar. Un crudo silencio atravesó el cielo, habías partido, esta vez para siempre.
Entré en tu habitación, creí intuir una sonrisa, creí que mirabas y en un segundo tomaste mi mano… sólo encontré tu cama vacía.
**dedicado a tus últimos momentos junto a mi, junto a todos...**
AndresdM
**enjoy**
